Hay un problema grave en mi opinión que sucede con las personas que dejan de sargear. Esas personas se hacen muchas pajas mentales y tienden a abandonar el aprendizaje de la seducción porque no aguantan mentalmente las dificultades que plantea. Durante mucho tiempo he debatido con compañeros míos acerca de este problema que sucede yo diría al 80 por ciento de la gente, sin exagerar. Siempre hemos dicho que se trata de personas que, sin ánimo de ser pedante, son débiles de mente, en el sentido de que no toleran el sufrimiento que plantea el aprendizaje. Hay un sufrimiento normal que es el miedo al rechazo, el miedo a hacer el ridículo o el miedo a pasar vergüenza, etc. Todo eso es normal y todos pasamos por ello. Pero evidentemente hay una manera de enfocar esa situación. Puedes exagerarla y tender a pensar que todo eso solo te sucede a ti que tienes mucha mala suerte, que eres un negado, etc. Ese tipo de pensamientos negativos. O puedes simplemente pensar que todo en la vida cuesta y lo bueno cuesta más. Estoy resumiendo mucho pero creo que te das cuenta de las dos tendencias que puedes tener a la hora de afrontar la situación.
Pues bien, nosotros siempre decíamos que las personas que dejan el sargeo prematuramente sin conseguir sus objetivos tienden al primer grupo, lógicamente. Y siempre describíamos el síntoma; que no quieren pasar por el sufrimiento obligatorio, que no asumen que mejorar en la seducción cuesta y que no pueden pedir tener éxito o llevarse las mujeres a la cama sin sufrir antes. Siempre hemos descrito el síntoma y no la causa. Pero recientemente he estado leyendo un libro sobre lo que se conoce como terapia cognitiva, que es un tipo de terapia que se inventó en los años 50. Se centra en hacer terapia a las personas que tienen problemas psicológicos basándose en el paradigma o idea de base de que procesan la realidad de una manera distinta a lo que consideramos normal. Se supone que el 99 por ciento de las personas que no tenemos un síndrome psicológico vemos la realidad de una manera muy concreta y afrontamos las situaciones de una manera homogénea. Y eso la mayoría de los casos lleva a que superamos las dificultades o como mínimo aprendemos a vivir con ellas. Pues bien, en el caso de los problemas cognitivos o problemas al procesar la realidad, las personas experimentan dificultades para salir adelante porque interpretan lo malo que les pasa de un manera muy exagerada. Como dice la Wikipedia “El postulado central de la terapia cognitiva es que los hombres sufren por la interpretación que realizan de los sucesos y no por estos en sí mismos “. Para resumirlo mucho lo que sucede es que sufren demasiado por lo que les pasa. Eso les lleva a que las vicisitudes de la vida y las dificultades que experimentan les hunden, y acaban teniendo una calidad de vida muy baja. Como dicen en psicología clínica, lo que les pasa es que no pueden llevar una vida normal. No llevan la vida que lleva el 99 por ciento de la gente que no tiene problemas cognitivos.
El fenómeno de los problemas cognitivos puede ser en muchos casos una enfermedad. Una enfermedad que conviene tratar con un psicólogo o con un psiquiatra. Pero no quiero entrar en eso. Para lo que nos interesa basta con saber de qué se trata, y que puede ayudarnos a interpretar lo que pasa a aquellos que fracasan en el sargeo. No me interesa entrar en si la persona tiene un problema que haya que tratar o no, lo que me interesa es hacer un paralelismo con lo que se llama el trastorno de ansiedad por evitación. Hay muchas enfermedades que tienen como causa los problemas cognitivos. Que pueden ser por ejemplo el trastorno obsesivo compulsivo, el trastorno narcisista, y el trastorno de ansiedad por evitación (TPE), etc. Simplemente te hago una mención de los trastornos más conocidos.
En cualquier caso las personas que tienen el trastorno de ansiedad por evitación experimentan dificultades para afrontar las situaciones normales de la vida. Situaciones que plantean un reto mental, un esfuerzo ante la adversidad. Podemos estar hablando de cosas muy nimias como por ejemplo entrar a hablar con un grupo social desconocido, conocer gente nueva, afrontar una entrevista de trabajo, etc. Aparte de eso, las personas que tienen el trastorno de ansiedad por evitación también tienen un problema para entrar a valorar sus propias emociones y ser sinceros consigo mismos en lo que les sucede. Estas personas adoptan la estrategia inconsciente de evitar las situaciones de riesgo o situaciones de adversidad con el fin de que se solucionen por sí solas. Hablando claro, inconscientemente piensan que si evitan enfrentarse a los problemas se van a arreglar por sí solos. Evidentemente es una idea irracional, es un comportamiento irracional del que esa persona no se da cuenta. Porque como digo es un comportamiento inconsciente, el individuo no sabe que está pensando eso, literalmente.
Esto entraña un problema grave, porque los problemas evidentemente no se solucionan solos. Con lo que pueden llegar a vivir aislados del mundo, sin tener amigos, pueden tener dificultades para encontrar trabajo, etc. Pueden experimentar muchas dificultades porque no solucionan su situación, con lo cual si no afrontas pequeños problemas eso puede derivar en grandes problemas. Insisto, no quiero decir que las personas que dejen el sargeo tengan un trastorno de ansiedad por evitación y que estén chalados. Solo digo que nosotros en su momento interpretamos que lo que pasaba con estas personas es que no quieren afrontar la realidad. Y la descripción que da el manual de psicología cognitiva sobre lo que sucede con los enfermos encaja con los problemas que experimentan aquellas personas que fracasan en el aprendizaje de la seducción. Me refiero concretamente al libro de Aaron T. Beck “Terapia cognitiva de los trastornos de la personalidad”. Por trastornos de la personalidad entendemos las enfermedades que te he mencionado antes, como el trastorno narcisista o el trastorno de ansiedad por evitación. En este libro se hace una lista de las “distorsiones cognitivas”, como llaman ellos, en las que caen los que sufren este problema. La lista es la siguiente:
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La crítica o la desaprobación lo hieren fácilmente.
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No tiene amigos íntimos o confidentes (o sólo tiene uno) que no sean parientes de primer grado.
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No está dispuesto a involucrarse con personas a menos que esté seguro de que gustan de él.
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Evita las actividades sociales o laborales que suponen un contacto interpersonal significativo; por ejemplo, rechaza una promoción que aumentará las exigencias sociales.
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Es reticente en las situaciones sociales por temor a decir algo inadecuado o tonto, o a ser incapaz de responder una pregunta.
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Teme que lo perturbe un acceso de rubor o llanto, o mostrar signos de ansiedad frente a otras personas.
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Exagera las dificultades, los peligros físicos o los riesgos potenciales que supone hacer algo común pero que está fuera de su rutina; por ejemplo, cancela planes sociales porque prevé que el esfuerzo de llegar al lugar lo dejará exhausto.
Como ves estamos hablando de problemas graves que dificultan mucho la vida. Especialmente esta descripción se centra en problemas con las relaciones sociales. Puede parecerte muy exagerado relacionar esto con las personas que no tienen éxito sargeando, pero como he dicho antes se trata de un paralelismo. Viendo los problemas graves de estos enfermos podemos ver con claridad el mecanismo de evitación y lo que es más importante, el por qué de la actitud evitativa de muchos fracasados sargeísticos. Especialmente me gusta la descripción de Karen Horney sobre los que sufren trastorno de ansiedad por evitación (TPE): “Existe una tendencia general a suprimir todo sentimiento, incluso a negar su existencia “ Y eso es lo que hacen los fracasados sargeísticos, no quieren afrontar sus sentimientos, no quieren sentirse frustrados, no quieren reconocer que les da vergüenza una situación, no quieren verse ridiculizados por otros.
Pienso que lo que les pasa en el fondo es que tienen un problema al gestionar su ego. En muchas escuelas de seducción se ha dicho que el ego es la mayor causa de la ansiedad al abordaje, por ejemplo RSD. Creo que el amor a su autoimagen perfecta les impide reconocerse en una situación de debilidad, sufren demasiado por el hecho de ver desmontada una imagen de “normalidad” en su mente. Esto que digo es una hipótesis, la otra es que simplemente son débiles y sufren demasiado, punto. Sufren mucho y no lo soportan, verse ridiculizados o rechazados los desola. Es una interpretación que hago de las expresiones que he visto en compañeros que me han transmitido su tristeza al verse rechazados, compañeros que finalmente lo han dejado. Lo curioso de muchos de ellos es que no me han dado motivos o razones para abandonar, simplemente han pasado de salir a sargear y ni siquiera han abordado el tema. Lisa y llanamente no dicen nada, dejan de salir y ya está, y cuando hablas de sargeo terminan evitando el tema. Solo les he visto hablar de sus sentimientos en el mismo momento en que son rechazados y se agobian por ello, con una expresión casi de desesperación.
Como dicen los psicólogos, todas las personas experimentamos pensamientos irracionales o manías, pero nos damos cuenta de lo que son y seguimos con nuestra vida. Las personas normales pueden tener pensamientos obsesivos, de evitación o narcisistas, etc. Pero eso no las hace enfermas, en general se piensa que una persona está enferma cuando no es dueña de ellos, cuando no los puede dominar y tiene tal cantidad de pensamientos, que no puede llevar una vida normal. En el sentido de que no puede encontrar trabajo, tener pareja, amigos, etc. Así que es perfectamente posible para una persona sana tener pensamientos o conductas de evitación. Eso no la hace enferma, solo hace que tenga que replantearse las cosas y pensar de otra manera; y en el caso del sargeo, solo hace que tenga que dejar de ver su sufrimiento como algo excepcional y que lo degrada como persona. Tiene que empezar a verlo como algo normal que hay que aguantar para triunfar.